Articulo de Carlos de la Torre, Of Counsel de Baker&Mckenzie y Vicepresidente de Adirelab.
La globalización de las relaciones laborales y del empleo y la denominada cuarta revolución industrial se ha caracterizado por la integración, la conectividad y la innovación abierta y ha traído nuevas oportunidades para el crecimiento económico y la prosperidad y la creación de nuevos ecosistemas educativos y laborales pero, también, ha generado inestabilidad e inseguridad y nuevos riesgos sistémicos, geopolíticos, jurídicos y económicos.
El futuro del trabajo y la globalización afectará a la función de las relaciones laborales en las empresas que tendrán que anticipar y gestionar algunas realidades que van a tener impacto en el empleo en un horizonte 2030 que podemos sintetizar en 10 tendencias:
- La población mundial llegará a 9000 millones en 2050;
las personas gracias a la mejora de sus capacidades físicas y mentales trabajarán más allá de los 70 años y las empresas cada vez serán más diversas integradas por baby boomers, generación X, Y o Z y millenials o la denonimada Generación U (Unretired).
- Se crearán 900.000 puestos de trabajo hasta 2020 relacionados con internet y las TIC y las nuevas tecnologías y la digitalización de los modelos de negocio cambiarán (ya lo están haciendo) las ocupaciones de los trabajadores en un proceso de “virtualización laboral”.
- El software inteligente, la robótica, el Big Data y la inteligencia artificial o los drones destruirán millones de empleo pero también generará profesiones de alta cualificación que ahora no existen
- Volverá en las multinacionales una “guerra por el talento” que coexistirá con políticas severas anti-inmigración de los Estados en un contexto de altas tasas de desempleo (especialmente en Europa)
- Aumentará la renta per cápita de manera destacada en países emergentes con gran volumen de consumidores (China e India) con una fuerte concentración del crecimiento económico en Asia pero también crecerá la desigualdad a nivel macroeconómico (entre países) y a nivel microeconómico (entre individuos).
- La globalización económica también será cada vez más laboral y sindical y se gestarán cada vez más acuerdos globales entre multinacionales y sindicatos globales (ya hay más de un centenar) en un proceso de desterritorialización de la norma laboral.
- Las relaciones laborales del futuro necesitarán nuevas regulaciones que ordenen nuevos espacios de “ultra-flexibilidad” en plantillas flexibles (workforce on demand) aunque el derecho laboral seguirá siendo necesario para equilibrar los intereses de las empresas y los derechos fundamentales de los trabajadores.
- Los trabajadores del futuro (knowmads), ya por necesidad o por libre elección, cambiarán frecuentemente de empleo o actividad y ya no estarán vinculados a un puesto de trabajo o a una sola empresa y trabajarán por proyecto en nuevos ecosistemas laborales colaborativos (hubs laborales) sin necesidad de ir a la oficina.
- La analítica de datos dominará los modelos de negocios (Business Analytics) pero también las relaciones laborales (HR Analytics) y aunque se mantenga la importancia de los procesos de recursos humanos y la necesidad de atraer y retener talento y de preservar una cultura corporativa global será critico, también, el análisis predictivo de los datos de los empleados y/o candidatos para anticipar capacidades, adaptabilidad y mejorar la competitividad y la productividad de las empresas.
La reputación corporativa , los derechos humanos y los programas de compliance laboral estarán cada vez más presentes en la agenda de las empresas que serán mas vulnerables ante sus grupos de interés y, por ello, vigilarán con perspectiva global y local incluyendo su cadena de suministro un eficaz cumplimiento de las normas laborales.